viernes, 7 de diciembre de 2018

acatisia

Con el adiós todo oscurece,
y se invita a la muerte.
Me rodea la oscuridad,
y clamo de dolor:
¡No queda esperanza, solo queda desesperación!
¡Ella es quien nos salvará!
La luz se ha ido
y ya nada brilla.
Si todo fue una ilusión,
que todo arda y desaparezca:
¡Nosotros no fuimos nada!
¡Esa es la verdad!
Maldito destino,
haz que todo se vaya,
que solo queden cenizas.
Que deje de existir.
¡Mi corazón es débil!
¡He dado la espalda a la esperanza!
La locura desaparece
absorbida por la oscuridad.
Ella clama mi nombre,
e indica nuestra mi muerte.
Luz ha dejado de brillar,
y solo queda la fachada de lo que fuimos.